Opinión sobre la literatura de Bukowski.
El Escritor Maldito escribe sobre la vida. Otros dirán que escribe sobre mujeres y borracheras. Es cierto, pero es que ambas cosas forman parte de su vida. Sin embargo, es una reducción al absurdo que suelen usar sus detractores.
¿De qué tratan las novelas de Bukowski?
Realmente resulta difícil interpretar la literatura de este escritor. Nos engaña en cuanto puede. Toda su obra es una gran metáfora. Bukowski proclama una vida miserable, cargada de mugre, mientras escribe.
Y escribe entre trago y trago.
Pero nos está mintiendo. Si nos conformamos con pasar sus páginas sin leer entre líneas, nos quedamos con una idea simplista: la vida es un devenir y deberemos conformarnos con lo que nos ha tocado. Dejarnos ir.
Entonces el poeta se reirá de nosotros. Por tontos. Él no se dejaba arrastrar por la mugre que lo rodeaba.
Bukowski nos incita. Si no lo entendemos, a seguir las sendas de los perdedores, al conformismo. Pero si pensamos, sabremos la verdad.
Este escritor luchó muy duro por salir de esa miseria y vida que proclamaba. Lo hacía a través de su pasión, la literatura. Y ganó, por eso hoy estoy escribiendo sobre él, y tú vas a leer sus novelas.
A veces olvidamos que la miseria de una vida no se mide en dólares. Bukowski nos cuenta que su única miseria sería no poder escribir. Cada hombre tiene su forma de salir de su propia miseria, y algunos se pasan la vida entrando. Porque el dinero es necesario, sí, el suficiente para sobrevivir.
Él lograba sobrevivir trabajando de cualquier cosa. Siempre quemado y explotado. Hasta que descubrió que el trabajo es un medio. Así aprendió a repartir cartas y echar polvos. A vaciar el zurrón.
El trabajo, su vida sentimental, su vicios... Todo es una unidad, una fachada que oculta la realidad: su pensamiento y por ende su vida estuvo al servicio de la creación de experiencias e historias que después pudiese novelar. Lo puedes leer en De Profesión Cartero, donde diseccionamos a Bukowski de Henri Chinaski -su alter ego- partiendo de su primera novela: Cartero.
Bukowski hizo un retrato social a través de la moral.
El Viejo Indecente se utiliza a sí mismo para mostrarnos que el mundo no se divide en clases, en dualidades como bueno o malo, feo o guapo.
Categorías por aquí, por allá.
Y siempre son categorías lo que utilizan los virtuosos de la moral. Uno de los males de esa sociedad de la que huye el escritor. Las morales son necesarias. Sólo para controlar a los tontos. Es aquí donde nos sigue invitando. Y no es a pecar, sino a seguir los instintos, a pensar libremente y a vivir sin las ataduras que la sociedad impone para alienarnos.
Otras interpretaciones de su literatura.
Pero reducir a un pequeño puñado de ideas toda la obra de un escritor, es algo pueril. Y claro, estas son sus ideas interpretadas por mi cabezota.
Alabama siempre dice que Bukowski lo único que quiere es follarte. Quizás tenga razón y el Viejo Indecente sólo quiera sacar música a sus cañerías, como escribía Izzy en su artículo.
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